Es la mas linda de todo el pasaje, tiene esas pequeñas cosas que a los adolecentes superficiales como yo nos hace alucinar tanto; gafas intelectualoides, cortes de pelo disque-retro, frenos de preparatoria, lunares estrategicos, unos ojos hasta el fin o simplemente una bonita polera.
Es tan flaquita que se le pueden distinguir los huesos de los ligamentos y parece que el colacao no la hará crecer mas, pero tiene una perfecta altura que se difusa entre esas chaquetas y bufandas exajeradamente grandes que la abrigan en una esquina de la fiesta.
No odia el regeton, pero sabe valorar los momentos frios del carrete y los sketch ochenteros de Archihumor.
Debe calzar como veintysiete y medio con zapatillas Bubblegummer, y lo mas probable es que haya sido de las que repasaba mil veces los presidentes de Chile y llegaba llorando a mostrarle el tres coma uno a la mamá.
Se rie y se tapa la boda porque su alegria es tan enorme que revalsa nuestros corazones y eso propensa a pensar cosas extrañas.
Pero bueno, la vida está llena de cosas extrañas, lo bonito es estar en el patio de una casa desconocida en una comuna ignorada sentado en las sillas del living agradeciendo la confianza de alguien que ni siquiera conosco el nombre.
Y todos la miramos admirados.
Como se rie y cierra los ojos...
Podría organizar carretes completos solamente para ver la infinita felicidad que sale entre sus carcajadas, sería un buen negocio.